miércoles, 23 de febrero de 2011

Un día extraordinario

Un día mi familia y yo íbamos a las montañas en Noruega para las vacaciones de invierno. Íbamos en un coche muy grande con remolque. De repente empezó a humear el capó. Debimos salir del coche y alquilamos un coche nuevo. 
Este coche no era bueno, y no tenía tracción integral. Pero no teníamos otras posibilidades para continuar. Cuando avanzamos un poco más, llegamos a una gasolinera. Desgraciadamente había una cuesta muy empinada cerca de la gasolinera. 
En la cuesta, el coche se paró. Mi padre, mi hermano y yo salimos para separar el remolque. Cuando habíamos separado el remolque, el coche empezó a deslizarse hacia atrás a una zanja. Volcó dos veces con mi madre, mi hermana y mi hermano menor adentro. 
Afortunadamente nadie en mi familia salió herido. Es un día que nunca voy a olvidar.

Daniel Dammann, de Oslo (Noruega)

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