jueves, 29 de septiembre de 2011

Me gusta Buenos Aires

Anne Berndt, de Berlín (Alemania)
Caisanne Lund, de Oslo (Noruega)
Marie Vatland, de Karmøy (Noruega)
Silje Gudmestad, de Trondheim (Noruega)
Louise Lodberg- Holm, de Esbjerg (Dinamarca)
Silvia Eldring, de Lučenec (Eslovaquia)

lunes, 28 de marzo de 2011

Flores y lenguas

Las lenguas son como las flores
cada una tiene su color, fragancia y forma
cada una es única.
Todo lo que necesitan es atención y cuidado para germinar.

El castellano es una flor muy especial,
brota lentamente y es difícil de encontrar.
Cuando finalmente se ha juntado un ramo de castellano
se puede ver la verdadera belleza de las flores.

Nora Johannessen, de Skien (Noruega)

viernes, 4 de marzo de 2011

Era un día muy bonito

Era un día muy bonito. Tenía mucho calor y no estaba nublado. Conducía mi moto de Nesodden a Oslo, con mi amigo Aksel. 
A mitad de camino vimos a la policía en el borde de la ruta. La policía nos preguntó sobre nuestra velocidad. Contestamos que nuestra velocidad era legal, pero la policía no estaba de acuerdo. 
Recibimos una multa por exceso de velocidad, mil ochocientos pesos cada persona.

Mads Orlich, de Oslo (Noruega)

miércoles, 23 de febrero de 2011

Un día extraordinario

Un día mi familia y yo íbamos a las montañas en Noruega para las vacaciones de invierno. Íbamos en un coche muy grande con remolque. De repente empezó a humear el capó. Debimos salir del coche y alquilamos un coche nuevo. 
Este coche no era bueno, y no tenía tracción integral. Pero no teníamos otras posibilidades para continuar. Cuando avanzamos un poco más, llegamos a una gasolinera. Desgraciadamente había una cuesta muy empinada cerca de la gasolinera. 
En la cuesta, el coche se paró. Mi padre, mi hermano y yo salimos para separar el remolque. Cuando habíamos separado el remolque, el coche empezó a deslizarse hacia atrás a una zanja. Volcó dos veces con mi madre, mi hermana y mi hermano menor adentro. 
Afortunadamente nadie en mi familia salió herido. Es un día que nunca voy a olvidar.

Daniel Dammann, de Oslo (Noruega)

sábado, 12 de febrero de 2011

Tres semanas en Buenos Aires

Estoy en Buenos Aires desde hace tres semanas. Hice mucho en esta ciudad.

El primer día fui al concierto de percusión que se llama “La Bomba”. Me gustó mucho. Pero estaba muy cansada después del viaje y volví temprano.

El primer fin de semana fui con mis amigas noruegas a Mar del Plata para mirar fútbol, Boca Juniors contra River Plate. Boca ganó 2-0. También fuimos a la playa para tomar sol y nadar.

Me gusta bailar, entonces fui a muchas clases de tango y salsa con mis amigos de Noruega. ¡Tango es muy difícil para mí! Tambien fuimos a los clubes en Buenos Aires para bailar.

El segundo fin de semana fuimos con un colectivo turístico por todas partes de Buenos Aires: La Boca, San Telmo, Recoleta, Casa Rosada, Puerto Madero y el Congreso. Nos sentamos en el segundo piso, entonces pudimos mirar bien todos los lugares.

Mientras estoy en Buenos Aires, también estudio español, pero ahora no puedo hablar mucho. Espero hablar mejor después de cinco meses aquí.

Kirsten Reinert Hustad, de Namsos (Noruega)

domingo, 6 de febrero de 2011

Una carta a mi madre en Noruega

Buenos Aires, 27 de enero de 2011
¡Hola!

Llegué a Buenos Aires hace dos semanas. Me gusta mucho esta ciudad. Hace mucho calor. La única cosa que me hace falta es el mar. Como la ciudad es muy grande, el mar está lejos de donde vivimos.

Todos los días Silje se levanta temprano. Yo me levanto un poco más tarde. Desayunamos pan con mermelada y jugo de naranja. Después, tomamos sol y aprendemos español.

Ayer fuimos a bailar tango. Lo pasamos bien. Yo bailé con un caballero americano.

El sábado pasado fuimos a Mar del Plata para ir a la playa y mirar un partido de fútbol. Nos divertimos mucho.

Mañana vamos a ir a otra casa para vivir con una familia. El lunes que viene empezamos a trabajar. Me alegro de hablar más español.

¿Qué hiciste las semanas pasadas?

Te mando muchos besos,
Sandra

Sandra Vorland, de Haugesund (Noruega)

jueves, 3 de febrero de 2011

Un poema

Imagina un otoño sin viento
un invierno sin nieve
una primavera sin el canto de las aves
un verano sin el oropel del océano.
Así es para mí
un día sin ti.


La clave es hacer
lo imposible posible,
lo posible simple,
y lo simple elegante.


Anniken Boye, Vilde Meder Wennerød y Runa Holen, 
de Porsgrunn (Noruega)
Louise Rostad, de Bærum (Noruega)

domingo, 30 de enero de 2011

Russetid


En Noruega, cuando los jóvenes terminan la secundaria a los 19 años de edad, hacen una fiesta que dura casi un mes, hasta el 17 de mayo, el día nacional de Noruega.

La fiesta, llamada russetid, ha sido una tradición para los noruegos desde hace aproximadamente cien años, pero últimamente se ha vuelto una fiesta con mucho más peso. Los estudiantes empiezan a prepararla dos años antes, para ahorrar suficiente dinero y ponerse de acuerdo en cómo se va a ver el autobús.

Los jóvenes compran un autobús, lo pintan y lo amueblan como quieran. Compran ropa que necesitan llevar durante toda la fiesta. Unos russ llevan ropa roja y otros llevan ropa azul, depende de qué orientación han estudiado.

Durante esta época, festejan todos los días. También organizan eventos en varios lugares del país, adonde todos van a reunirse por unos días. En Oslo, sobre todo, compiten para decidir quién tiene el mejor concepto, el mejor sonidos de los altavoces y el autobús más alegre.

El 17 de mayo es el último día. Por eso todos los russ se ponen su gorro y se reúnen en el centro de la ciudad, para que toda la gente pueda verlos.

¡Esta es una fiesta que nunca se olvida!

Anna Caroline Sauleda, de Bærum (Noruega)